En GCA seguimos el Método ODR diseñado por Óscar del Río y que se basa en las 3Cs: desarrollo de la Confianza, la Calma y la Concentración. En las sesiones, que se desarrollan principalmente en la zonas de prácticas (campo de prácticas, putting y chipping green) se realizan ejercicios y actividades para potenciar las 3Cs con el objetivo de que cada jugador rinda acorde a su nivel técnico y que su mente sea su aliada y no su principal enemiga.

Clinics

ASESORAMIENTO INDIVIDUAL

Áreas de entrenamiento

Autoconfianza

Fortalecer la autoconfianza interna. La principal fuente de confianza debe ser el propio jugador: sus cualidades, sus características como jugador con sus puntos fuertes y débiles. Los resultados deben ser el complemento de la confianza pero no el principal soporte.

Ser fuerte mentalmente-actitud competitiva

Mejorar la capacidad para afrontar las situaciones de la competición (primeros hoyos, últimos hoyos, presión, afrontamiento de errores, etc) con una actitud y predisposición de confianza y seguridad.

Estado emocional antes y durante la competición

Conseguir que el estado emocional tanto antes de salir a jugar como durante la competición sea óptimo de tal forma que las emociones estén bajo el control del jugador y no puedan perjudicar el rendimiento del jugador.

Concentración

Junto con la confianza, la concentración es el factor psicológico más importante para el rendimiento en competición. Atender en cada momento en aquello que toca y no dejar que otros factores o pensamientos negativos provoquen errores de concentración.

Relajación y control de la tensión muscular

El exceso de tensión muscular y el exceso de nervios suele ser una de las causas más habituales.

Entrenamientos individuales

El objetivo del entrenamiento es que el jugador, independientemente del nivel que tenga, rinda en la competición acorde al nivel técnico que tiene. Para ello, lo primero que hacemos es evaluar y detectar las necesidades y las áreas de mejora psicológica del jugador.

Rutina pre-golpe

Conseguir que la actitud del jugador sea siempre la de «jugar a pegar buenos golpes» en lugar de «jugar a no fallar»

Dejar que fluya el swing, no sentir la necesidad de controlar el swing y pegarle a la bola con determinación

Que la rutina pre-golpe sea fluida, natural e institintiva